Ley de Educación Ambiental Integral

El derecho a la educación ambiental integral es una política pública nacional.

La Educación Ambiental Integral (EAI) es un proceso educativo permanente con contenidos específicos y transversales. Su objetivo general es formar una conciencia ambiental y aportar a la formación ciudadana y al ejercicio del derecho a un ambiente sano, digno y diverso.

La Educación Ambiental Integral (EAI) es un proceso que defiende la sustentabilidad como proyecto social, el desarrollo con justicia social, la distribución de la riqueza, preservación de la naturaleza, igualdad de género, protección de la salud, democracia participativa y respeto por la diversidad cultural.

La Educación Ambiental Integral (EAI) busca el equilibrio entre diversas dimensiones como la social, la ecológica, la política y la económica, en el marco de una ética que promueve una nueva forma de habitar nuestra casa común.

Principios de la educación ambiental integral

La educación ambiental se basa en los siguientes principios:

  • Abordaje interpretativo e integral para comprender la interdependencia de todos los elementos que conforman e interactúan en el ambiente. El objetivo es llegar a un pensamiento crítico y resolutivo en el manejo de temas y problemas ambientales, el uso sostenible de los bienes y los servicios ambientales, la prevención de la contaminación y la gestión integral de residuos;

  • Respeto y valor de la biodiversidad para afrontar la amenaza sobre la sostenibilidad y la perdurabilidad de los ecosistemas y de las culturas que tienen una relación estrecha con la calidad de vida de las personas y de las comunidades;

  • Equidad, por impulsar la igualdad, el respeto, la inclusión y la justicia;

  • Igualdad desde el enfoque de género, por incluir los análisis ambientales y ecológicos provenientes de las corrientes teóricas de los ecofeminismos;

  • Reconocimiento de la diversidad cultural y rescate y preservación de las culturas de los pueblos indígenas;

  • Participación y formación ciudadana;

  • El cuidado del patrimonio natural y cultural en todas sus formas;

  • Abordaje de las problemáticas ambientales como procesos sociohistóricos que integran factores económicos, políticos, culturales, sociales, ecológicos, tecnológicos y éticos;

  • Educación en valores fundada en una ética que permita construir un pensamiento basado en valores de cuidado y justicia;

  • Pensamiento crítico e innovador para formar personas capaces de interpretar la realidad con enfoques de diferentes disciplinas y con nuevas técnicas, modelos y métodos que permitan cuestionar los modelos vigentes y generen alternativas posibles;

  • El ejercicio ciudadano del derecho a un ambiente sano.